Paridad sí, ¿pero así?

Contando ovejas es el podcast de Ganaderas en Red que comenzamos en octubre de 2023. En la primera temporada sacamos un episodio cada mes para acercar el mundo -muchas veces desconocido, tantas veces olvidado y silenciado- de la ganadería de extensivo, del pastoreo y de la vida rural. Somos nosotras quienes confeccionamos cada capítulo tratando de compartir una mirada plural y reflexionada sobre diferentes realidades y temas que nos atañen e interesan, contando también con las voces de compañeras de otras redes y sectores. En Spotify y YouTube están disponibles todos los episodios. 

En octubre de 2024 hemos comenzado la segunda temporada, esta vez con una frecuencia bimensual, para no sobrecargarnos y poder cuidar cada lanzamiento y también cuidarnos nosotras.

Con este blog surgió la idea de, para completar cada episodio narrado, hacer una entrada escrita a modo  de resumen, de reflexión calmada, de análisis de cada uno de ellos. Y por eso esta y las que vendrán tras cada emisión. 

Así que como decimos en el precioso coro que abre cada capítulo, “ven, que somos muchas”. Escuchadnos, leednos y dad vueltas con nosotras a estas cuestiones que, seamos habitantes del rural o del urbano, nos incumben y propician el descubrimiento de voces, de realidades y de campos críticos, ricos y diversos. 

El pasado 15 de octubre de 2024 Contando ovejas celebró su primer aniversario y el primer episodio de la nueva temporada, Paridad sí, ¿pero así?

Cada programa lo preparamos entre unas cuantas GeRes y otras compañeras que aunque no aparecen en la emisión apoyan y facilitan el proceso a nivel técnico y de contenidos. En este episodio nos podéis escuchar a Paula, quien presenta y dinamiza desde Vilariño de Couso, a Pili desde Potes, Monte y Carmen en la Sierra Norte de Sevilla y Leire desde Vizcaya, junto a otras compañeras de otras redes de productoras: Isabel del Sindicato Labrego Galego e Inés de la Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero. 

El 15 de octubre es el Día Mundial de las Mujeres Rurales, importante para nosotras porque nos celebramos y reivindicamos nuestro trabajo y nuestra presencia en el territorio. Por eso este día queríamos pararnos a reflexionar sobre los avances y barreras de acceso como mujeres y rurales a los espacios de representatividad y decisión.

Y en este día y en todos los demás nombramos, juntas, lo que ya sabemos y no queremos olvidar: Las dificultades de las mujeres para acceder a la tierra en muchos países, para acceder a derechos profesionales, las dobles y triples jornadas por cuestiones de género y de la precarización de nuestros trabajos y de las vidas rurales, etc.  Y lo hacemos también visibilizando nuestra unión, cómo creamos redes de trabajo colectivo que trascienden los días conmemorativos y generan reflexión y cambios a nivel sectorial, social, político y personal.

Cuando decimos que las mujeres alimentamos el mundo es una afirmación literal: producimos alimentos -el 70% de la producción alimentaria está en manos de las mujeres, mantenemos la biodiversidad y cuidamos y damos vida a y en nuestros pueblos. 

Pescadoras, labriegas y ganaderas; todas convergemos en que uno de nuestros principales problemas es la falta de representatividad. No estamos, no podemos trasladar lo que nos ocurre, no somos visibilizadas ni escuchadas. Muchas veces nuestra realidad es desconocida a falta de un trabajo de campo fundamental: conocer quiénes somos, cuántas –también en la economía sumergida, en explotaciones familiares sin cotizar ni cobrar; realizando los trabajos reproductivos y de mantenimiento de la vida-, en qué lugares, cuáles son nuestros problemas, nuestras carencias… Fundamental para poder valorar nuestro trabajo, para tomar la palabra, dar respuesta, construir soluciones y alternativas. 

Desde que se aprobó la titularidad compartida había –y sigue habiendo- muchas mujeres consideradas como “ayudas familiares” -sin derechos propios, ni ingresos, ni capacidad para gestionar y representar nuestros proyectos-. Muchas mujeres que podrían haberse acogido a este derecho pero la realidad es que no son tantas quienes lo han solicitado de manera efectiva. ¿Las razones? Muchas también; hay algo en el sistema que está fallando: Entre otras, que en la práctica hace falta “el permiso” de la persona ya incorporada –pensemos esto en escenarios de mayor desigualdad o incluso de violencia-, y que la titularidad compartida se entiende en el ámbito del matrimonio y además del matrimonio heterosexual, no contemplándose o siendo más difícil de abordar otras realidades relacionales (otras uniones de pareja, entre hermanos, madres/padres e hijas/os, etc). 

Cuando un grupo de andaluzas de Ganaderas en Red estuvimos preparando las alegaciones al Estatuto de la Mujer Rural de Andalucía señalamos el límite de edad en ciertas ayudas para la incorporación -40, 41 años-, siendo precisamente, por la realidad de asumir los trabajos reproductivos y de cuidados, a partir de esa edad cuando nos podemos plantear en muchos casos incorporarnos a la actividad laboral reconocida. Asimismo, es necesario que las mujeres tengan garantías dentro de la titularidad compartida cuando se deshaga el matrimonio y/o exista violencia de género – hay compañeras que al haberse separado pierden esa titularidad compartida, las ayudas que les han dado y cuya devolución que se exige no es posible-. 

Esta realidad la enlazamos con el tema de la paridad, su efectividad e impacto: hasta dónde se nos garantiza poder participar a las mujeres en espacios tan masculinizados de toma de decisiones y de incidencia política. El supuesto de que si la representatividad es paritaria por ley será efectiva no es suficiente: “Paridad sí pero no así” porq ue no basta con incorporar un número x de mujeres sino que  todas las medidas en este sentido han de partir del conocimiento profundo de nuestras necesidades y circunstancias para que la horizontalidad y la igualdad puedan propiciarse. 

En este sentido, muchas de nuestras redes surgen porque no estábamos en ningún sitio, porque ni nosotras mismas nos creíamos que éramos capaces de estar. Y entre nosotras nos hemos organizado, hemos creado espacios en los que poder nombrarnos, sentirnos reconocidas y escuchadas y donde respetamos nuestros ritmos y necesidades, donde todas aportamos, donde hemos sabido hacer para tener esa incidencia social y política, reivindicando el lugar protagonista y responsable que nos corresponde. Es aquí donde también exigimos que se nos reconozca como interlocutoras y nuestra representatividad aunque no seamos asociaciones o no tengamos forma jurídica, porque somos mujeres, ganaderas y rurales, comprometidas y organizadas para defender nuestros derechos.  

Y agradeciendo a Isabel y a Inés su colaboración en este programa, nos despedimos con secciones ya habituales de nuestro podcast: Pily nos recomienda la lectura de Pastoreemos cordura, el manifiesto de GeR a favor de la ganadería extensiva y de la producción sostenible de alimentos, y el visionado del documental Mujeres de viento, tierra y ganado; y Carmen y sus recetas, en esta ocasión con una propuesta otoñal y homenaje a tantísimas mujeres que se afanan en elaborar y proveer reservas para el invierno: tomates embotados.

Links podcast Contando Ovejas

Enlace Sindicato Labrego Galego

https://sindicatolabrego.gal/novas/c/secretaria-das-mulleres

Enlace Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero

https://www.andmupes.org

Manifiesto Pastoreemos Cordura

Documental Mujeres de viento, tierra y ganado


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